A esa amistad y su pyme

España es un país de creencias. Algunas son correctas, como que con el clima de aquí se vive mejor que en otros países, que la gastronomía probablemente sea la mejor del mundo o que en fútbol, al menos durante 2010 y 2014, fuimos los mejores del mundo.


Otras, en cambio, son erróneas. Es lunes, así que iremos al grano: sobretodo, las relativas a la mejora empresarial en pymes. Este tipo de empresa, en su conjunto, representa casi el 90% del tejido de negocios en este país, siendo las mismas, en muchos casos, el resultado de generaciones tras generaciones de avances, progresos, competitividad, esfuerzo y en ocasiones, 'malabares' en buscar ahorro y márgenes, para así poder seguir haciendo todo lo anterior.


Son las pymes, pues, aquellas empresas que están más condicionadas, más concentradas en un factor: corto plazo, o short-time-business-model-system-organization, que podría firmar cualquier título de economía avanzada. Llama la atención que siendo las empresas que más tienen que competir, sean, por contra, aquellas que parecen tener menos armas para ello (aunque sea también erróneo).


Ponga en su mente a aquella persona que conozca que sea responsable de un negocio ‘mediano’ o ‘pequeño’ –dejando a un lado las cifras de facturación, que en ocasiones pueden impresionar–, ¿qué ve y escucha de ella o él cuando hablan de sus resultados o de mejorar su competitividad?


Seguramente, respuestas tales como: “las dificultades de financiación”; “lo mucho que aprietan otras más grandes” en su mercado; o “los esfuerzos que hay que hacer para mejorar productos o fabricación” y así ganar en calidad, o simplemente, satisfacer a un nicho de mercado concreto.


Bien, son muchas respuestas. Por lo que respecta a la financiación, si usted le dijera que hay opciones interesantes en el ámbito privado, seguramente, esa persona la rechazaría ante la posible entrada de otras personas en su negocio, pero ese es otro asunto.


Con respecto a las multinacionales: en este caso, tiene razón. Las multinacionales son más competitivas porque intentan ajustar cualquier margen, bien sea comercial, bien fiscal de cualquier ítem relativo a su actividad. Por último, lo que esa persona cree que sólo son esfuerzos por mejorar la calidad o desarrollar nuevos productos o procesos que satisfagan nuevas necesidades, además de llamarse esfuerzo, pueden denominarse como voluntad de desarrollar  productos o procesos innovadores, y por ende, avanzar.


¿Se ha planteado su amigo/a que hace innovación? Si le plantea esta cuestión o le dice que ya la realiza, probablemente le remita a empresas del IBEX 35, de Silicon Valley o simplemente, diga: Japón. Otra creencia errónea. Todas las empresas que realizan mejoras significativas en sus productos o procesos necesitan, para poder acometer tal proyecto, un ejercicio de investigación y desarrollo integral. Un proceso que lleva asociado unos gastos –materiales, personal, investigaciones o colaboraciones externas–, “necesarios”, que enunciará mientras asiente con la cabeza y cierra los ojos, como diciendo: “¿y qué se le va a hacer?”.


Vamos ahora a darle la vuelta a realidad de esas grandes empresas y a esos grandes márgenes con los que consiguen imponer sus productos, ‘que sí son innovadores’, claro. ¿Sabe su amigo que esas empresas, seguramente, se apliquen deducciones fiscales por actividades de I+D+i?


En nuestro sistema fiscal, existen diferentes vías de financiación de estas mejoras significativas de productos o procesos, bien a través de incentivos fiscales, o bien a través de financiación directa de ámbito público, que por lo general, es a fondo perdido. El motivo es, precisamente, acercar la innovación a las pymes, a esas empresas, de corte tecnológico, químico o agroalimentario –por poner algunos ejemplos–  que todos tenemos a mano y que en multitud de ocasiones, parece que asocian la innovación al tamaño de su empresa y no al día a día.


En Evalue somos especialistas en acercar la innovación a pymes, sobretodo, a través de deducciones fiscales por actividades I+D+i. ¿Cómo? generando una memoria técnica y económica para documentar ese proceso, calcular el número resultante de los porcentajes de deducción de gastos que ofrece el Estado  (hasta un máximo de 60% en I+D y 12% de tope en lo que respecto a  It) y certificar con los organismos reguladores el proyecto y cómputo para que la empresa beneficiaria, su posible amiga/o, se aplique con total seguridad jurídica por parte del Ministerio de Economía y Competitividad una deducción en su cuota íntegra.


Con un equipo multidisciplinar especializado en la documentación técnica y económica de estos proyectos, ligamos el éxito en la obtención de resultados al éxito en nuestra facturación. Un ‘win-win’ con el que tratamos de ayudar a nuestros clientes a ser más competitivos a través de demostrar la innovación que realizan a diario.


Y es que en ocasiones les descubrimos más innovación de la que creen que hacen. Y créanos, tanto con los proyectos, como con los resultados, a diario nos dicen que estamos en lo cierto.


A esa amistad y su pyme:  descubra cómo puede mejorar su competitividad en ayudas@evalueconsultores.com